El cáncer testicular generalmente se origina en uno o ambos testículos en hombres jóvenes, aunque puede ocurrir a cualquier edad. Es un tipo de cáncer con importante porcentaje de curación.
Más del 90% de los tumores cancerosos de testículo se presentan en células llamadas células germinales, las cuales producen los espermatozoides. Hay dos tipos principales de tumores de las células germinales en los hombres:
Los tumores también se pueden originar de los tejidos de soporte y productores de hormonas de los testículos (estroma). Esos tumores se conocen como tumores estromales de las gónadas, y corresponden a menos del 5% de los tumores testiculares en los adultos y hasta un 20% de los tumores testiculares infantiles. Los dos tipos principales son los tumores de las células de Leydig y los tumores de las células de Sertoli.
Otros padecimientos diferentes al cáncer, pueden también causar síntomas. Debido a que es difícil determinar la causa en base a los síntomas únicamente, es importante que un médico examine cualquier cambio en los testículos y el escroto. Estos trastornos son:
Muchos hombres con cáncer testicular no presentan factores de riesgo conocidos. Los pacientes que presentan factores de riesgo; generalmente no son modificables por lo cual en la actualidad no es posible evitar la mayoría de los casos de esta enfermedad. Los expertos recomiendan corregir la criptorquidia en los niños por varias razones (preservación de la fertilidad, tener el testículo en un lugar más fácil para la palpación), aunque no está claro cuánto esto cambia el riesgo del niño de padecer cáncer testicular.
Realizarse un auto examen testicular, cada mes puede ayudar a detectar el cáncer testicular en un estadio temprano, antes de que se disemine. Cualquier anomalía que usted se encuentre debe consultarla con su Medico.
El mejor momento para hacerse el autoexamen es durante o después de un baño o ducha, cuando la piel del escroto está relajada.
Es normal que un testículo esté ligeramente más grande que el otro, y que uno cuelgue más abajo que el otro. También, debe saber que cada testículo tiene un pequeño tubo enrollado (epidídimo) que se puede sentir como una pequeña protuberancia en la parte exterior media o superior del testículo. Los testículos normales también contienen vasos sanguíneos, tejidos de soporte y conductos por donde pasa el semen. Al principio, algunos hombres podrían confundir esto con abultamientos anormales.
Si usted examina sus testículos regularmente, aprenderá con el tiempo a identificar lo que es normal y podrá notar cuando algo sea distinto.
El manejo inicial es la extracción por vía inguinal del testículo comprometido.
Este se envía a un estudio minucioso de patología y según los hallazgos y el compromiso tumoral se decidirá si requiere o no manejo adicional.
Según el tipo de tumor y según el estadio tumoral se pueden necesitar manejos adicionales como Radioterapia Externa, la quimioterapia sistémica u otra cirugía mayor que consiste en la extracción de los ganglios linfáticos retroperitoneales.
En algunos casos, se puede emplear más de un tipo de tratamiento.