La vejiga es un órgano hueco ubicado en la parte inferior del abdomen, se caracteriza por ser capaz de encogerse y agrandarse para almacenar la orina que producen los riñones.
El cáncer se origina cuando las células tumorales en la vejiga urinaria comienzan a crecer sin control. Conforme se desarrollan más células cancerosas, estas pueden formar un tumor.
El cáncer de vejiga es el cuarto tumor maligno más frecuente en hombres y el octavo más común en mujeres.
Se desconoce cuál es la causa exacta del cáncer de la vejiga. Sin embargo hay unos Factores de riesgo que están relacionados.
Un factor de riesgo es aquel que aumenta las probabilidades de que se padezca una enfermedad como el cáncer. Estos son modificables si son hábitos que se logran cambiar y otros son inmodificables debido a que son condiciones innatas.
SANGRE EN LA ORINA: En la mayoría de los casos el primer síntoma es la presencia de orina con sangre (Hematuria), algunas veces la cantidad de sangre lleva a cambiar el color de la orina, otras veces es poco y se detecta solo con el análisis de orina.
Generalmente, en las etapas tempranas del cáncer de vejiga aparece sangrado, pero con poco o nada de dolor u otros síntomas.
Es importante recalcar que no solo el cáncer de vejiga puede producir orina con sangre, otras afecciones también las pueden causar ya sea otros tumores del aparato urinario, cálculos en riñones o vejiga, infecciones urinarias o enfermedades renales.
Cambios en los hábitos urinarios o irritación. Algunas veces, el cáncer de vejiga puede causar cambios al orinar tales como:
La presencia de otros síntomas con diagnóstico de cáncer de vejiga pueden sugerir enfermedad más avanzada ya sean:
La detección temprana busca el uso de pruebas o exámenes para encontrar una enfermedad en personas que no presentan síntomas. Actualmente, ninguna organización profesional recomienda realizar pruebas de detección de rutina para el cáncer de vejiga. Esto se debe a que ninguna prueba de detección ha demostrado reducir el riesgo de morir a causa del cáncer de vejiga en las personas que tienen un riesgo promedio.
Se puede consultar al médico y concertar realizar pruebas si se presenta algún factor de riesgo de los mencionados.
Estas pruebas pueden detectar unos tipos de cánceres y pasar por alto otros. Están pendientes investigaciones para determinar si se pueden usar de rutina como método de detección.
Si hay síntomas: Se debe tomar:
Si estas pruebas reportan alteración, se procede a realizar una Cistoscopia que es un examen endoscópico en el cual se introduce un lente y se visualiza la vejiga en su interior. Este examen se puede realizar en el consultorio o en salas de cirugía.
Una vez se demuestre la presencia tumoral se evalúa la necesidad de tomar una Tomografía Axial computarizada del abdomen y la pelvis, radiografía de tórax.
Si en la cistoscopia se encuentra un área anormal o una lesión se debe tomar una biopsia. Generalmente la biopsia se hace en salas de cirugía y se denomina Resección transuretral de tumor vesical. Procedimiento que se hace bajo anestesia regional.
Este permite generalmente una extracción completa del tumor y un posterior análisis por parte de patología para determinar la profundidad tumoral, con esto se logra una estatificación adecuada y se planean tratamientos a seguir.
El tratamiento se basa según el tipo de tumor, y la etapa en la que se encuentre.
Se recomienda en conjunto con su Urólogo oncólogo conocer estadio de la enfermedad y plantear las opciones terapéuticas adecuadas.